Jonas Vingegaard, tras ganar la etapa, ahora es tercero en la general.
Jonas Vingegaard, tras ganar la etapa, ahora es tercero en la general.
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EFE

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Vingegaard lideró el festival del Jumbo, que hizo el 1, 2, 3 en el Tourmalet

El danés ganó la decimotercera etapa y su compañero de equipo, Sepp Kuus, se mantiene como líder.

El danés Jonas Vingegaard culminó un histórico recital del Jumbo Visma en la cima del Tourmalet con un triunfo en solitario en la decimotercera etapa de la Vuelta a España, la jornada reina en Pirineos, seguido en meta por sus compañeros el estadounidense Sepp Kuss, quien mantuvo la roja, y el esloveno Primoz Roglic, cerrando un trío que ocupa el podio de la general.

El Jumbo puso la Vuelta patas arriba con una demostración contundente que asaltó y blindó la general y eliminó al principal rival, el belga Remco Evenepoel, fuera de concurso al llegar a 27 minutos. Vingegaard, doble ganador del Tour, representó el poder del conjunto amarillo.

Vingegaard (Hillerslev, 26 años) atacó a 8 kilómetros de la llegada y se marchó en solitario hasta meta, donde alzó los brazos por primera vez en la Vuelta y estrenando la cima del Tourmalet como meta, con un tiempo de 3h.51.10, a una media de 35 km/hora en el recorrido de 134,7 km entre Formigal y la mítica montaña francesa.

Se apuntaron a la fiesta los otros líderes del Jumbo. Saltó del grupo de perseguidores el líder Sepp Kuss, nadie le siguió y cruzó la meta a 30 segundos del danés, y luego hizo lo propio Roglic, a 33, con Juan Ayuso cuarto a 38. Enric Mas terninó a 40 segundos, Landa a 1.15 y Marc Soler fue despedido de la general tras perder 3.08.

Aquí manda el Jumbo, está claro. Y tiene tres líderes, entre ellos Kuss, lo que también es ya una evidencia. El estadounidense viste de rojo, seguido de Roglic a 1.37 y de Vingegaard a 1.44. Juan Ayuso es cuarto a 2.37, Enric Mas quinto a 3.06 y Soler sexto a 3.10.

No era una etapa cualquiera, era la etapa reina, la del Tourmalet, y el Jumbo no quería pasar la oportunidad de darse un baño de gloria en la primera meta de la Vuelta en tan afamado puerto. Gesink se echó a un lado después de pegarse una buena paliza. Entre los 15 ciclistas elegidos Enric Mas, Ayuso, Landa, Soler y Juanpe López como bazas españolas.

La exhibición definitiva comenzó a 8 km de meta. Vingegaard lanzó tres ataques, y a la tercera fue la vencida: se marchó en solitario, animado por el hecho de poder dedicar la victoria a su hija Frida, que cumplía tres años este viernes. El danés cumplió su objetivo, pero había más espectáculo en las piernas de los Jumbo.

Mas trató de seguir a Vinggaard, pero el balear no aguantó la iniciativa, lo mismo que Ayuso. Las fuerzas iban justas, lo vio Kuss y el americano se largó del grupo sin oposición. Sólo restaba Roglic para completar el festival. Y el esloveno también atacó. Y cerró el círculo. Nada que objetar, la Vuelta está en la casa del Jumbo. Y, además, Frida tuvo la etapa de regalo de su papá. Inolvidable.

Este sábado se disputa la decimocuarta etapa entre Sauveterre-De-Béarn y Larra-Belagua, de 156,2 km, otra cita clave con la alta montaña.

EFE

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